vendredi 28 décembre 2007

En compañía de lobos, de Neil Jordan.

En compañía de lobos - Neil Jordan
Joooolines, vaya peliculón; ésta sí es una peli ctónica, licantropía duermevélica, cuentos malvados back to the origin, Bettelheim y Paglia y Foucault y Deleuze y hasta la provincia heideggeriana, coñe. Buena cosecha de hombres -y mujeres- lobo, este año: Ginger Snaps, El cadáver y el sofá, y esta maravilla. Ésta es quizá la historia más psicoanal, pero las tres, casualmente o no, tienen protagonistas adolescentes y son eroticotánicoctónicas a matar; serendipia, I supose.

Y ya está. ¿No querrán que se la cuente, no? Y, al ser una peli antigua y más o menos de culto, hay cantidad de reseñas por la red mucho mejores, seguro, de lo que yo sería capaz de hacer. El caso es que no recuerdo cómo llegué a ella, me refiero, a enterarme de su existencia. Ceporrilla que se vuelve una. Las cosas del desvelamiento y la ocultación.

5 commentaires:

Anonymous a dit…

Nunca se ha contado mejor un cuento en el cine. Una historia que reune en el espacio que va del sueño al folclore la Psychiaterie y la Psiquiatria sin abandonar ninguno de los aspectos presentados.
Aunque nos interesen más unos que otros ninguno de ellos desaparece por completo. Ni ante la más dura voluntad ni ante la mayor de las cegueras se podrá separar lo onírico de lo social o lo psicológico de la representación tradicional.
Yo creo que esta manifestación doble del cuento convierte a esta peli en un ejemplo sobresaliente de lo que debería ser la educación en la escuela. Pero como me parece recordar que en algún momento salía una tetica y la violencia no llegaba con balas sino con colmillos, garras y obediencia paterna, no creo que se la pongan a los chavales en ningún colegio. Por no hablar de lo del marmitaco lobuno que podría traumar al jefe de estudios y a toda la asociación de padres catódicos.
Nada, nada... Ahora hay que pegarle un buen palo a la ciencia segura (la ciencia profiláctica que no acepta la inclusión del oso entre los canidos), y lo mejor sería golpearla con El Príncipe de las tinieblas. Después, con el jefe de estudios ya infartado y aprovechando el despite de la asociación de 'papas' -en nuestros días son muy pocos los que recuerdan como se arma correctamente una antorcha-, les daremos a leer a los chicos algunos cuentos de Hoffman. Así, ya hacia el final, cuando las bestias educadas de la fundación estatal del Prohombre redentado esa hayan terminado la pira funeraria, dispondremos de cinco minutos más que dedicaremos a repartir entre los muchachos ejemplares de El simbolismo del sueño de Schubert. Aunque para no ser dogmáticos podrán escoger entre este libro y El peregrino querubínico.
¡Ya esta, ya hemos salvado el mundo! Los ríos, los glaciares y los promontorios lunares. Sí, no te sorprendas. ¿Cuánto tiempo hace que no miras a la luna? Llevan seis meses levantando un nuevo Disneyworld, con su refineria y todo.
Ismael, el Adefesio enmascarado.

sublibrarian of the year a dit…

-Hay una moraleja: “ay de aquella que el sendero deja”.

No os fiéis de ningún forastero
si queréis elegir vuestro derrotero.

Sed bellas, pero también sagaces:
un lobo se esconde tras mil disfraces.

Ahora, como antes, es una verdad evidente: cuanto más dulce la lengua, más afilado el diente.

Estrellita Mutante a dit…

!qué peliculón!

Iru a dit…

La primera y última película que ripeé hace un montón de años y una de mis películas favoritas. "Nunca te apartes del sendero; nunca comas una manzana que ha tirado el viento, y nunca te fíes de un hombre cuyas cejas se juntan."

Y es verdad, ¿para qué tener una ceja pudiendo tener dos? No hay que fiarse...

La Perse a dit…

Hay que ver el buen gusto que tienen los lectores de este blog. ;)

Y sí, Iru, a mi los unicejos también me dan asunto. Del malo, digo. Jolines, una pelándose tol cuerpo, venga la cera y los papelitos dichosos, y el señorito no tiene $%&/# ni para hacerse el entrecejo: ¡gorrinotes!

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