Portada de la novela Het, de Santiago Bergantinhos (más conocido entre nosotros como SuperSantiEgo).
No sé por dónde comenzar... se me habían ocurrido un par de etiquetas para aplicar al libro, pero si esto es algo siempre un poquito chorra (y miren que yo gasto, vaya que sí), en este caso es de juzgado de guardia. Si ustedes lo hubieran leído (daré por hecho que no, que tampoco hablamos, por suerte, supongo, del Código da Vinci), sabrían lo difícil que puede llegar a ser tratar de hablar de este artefacto... inclasificable, experimental, enrevesado y, sin embargo, sencillo de leer, lleno de recursos y juegos de lenguaje (uso peculiar de los signos de puntuación, elipsis y contrapuntos, aliteraciones, epítetos estilo Homero...), multirreferencial, a veces filosófico, a veces llano, reiterativo y variado, de estructura compleja y entrelazada, musical y poético, también soez y pornográfico con, ejem, poca corrección política, con personajes y situaciones imposibles y, sin embargo, ahí están... la pera limonera. No doy para hacer un análisis mucho más profundo... tampoco tengo ganas... les cuento cuatro cositas y ya está.
No hay que ser doctor en filosofía para entender el libro, pero si recuerdan al menos las lecciones del bachillerato y han leído algo de Nietzsche aprovecharán mejor la lectura. Reconozco que, al menos en principio, me llamó la atención el, esto, alto vuelo metafísico de la obra, más sabiendo la tirria que su autor ha mostrado en alguna ocasión por los “hermeneutas”, especialmente por el pobre tito Husserl. De todos modos, bien puede encontrarse todo consecuente... cuestión de atar cabos... y si no, tampoco importa demasiado; un poquito de estupefacientación en el frikismo cartesiano estricto podría ayudar a su equilibrio dialéctico. O algo.
Luego está el tema de los palos que recibe la Santa Madre Iglesia, literales, en la persona del clásico cura pervertido... igual la cosa está un poquito vista y no termina de epatar, pero bueno, forma parte de la trama y algún chivo expiatorio que desate los acontecimientos y sobre el que volcar la negatividad tenía que haber. En fin, el mayor pecado del hombre está en ser un reprimido y tener unas normas de comportamiento digamos que poco higiénicas... tres padrenuestros, cuatro avemarías y veinte duros en el cepillo, y arreglado.
Por otra parte, la visión del sexo en general y de la mujer en particular están un pelín sublimadas... que ya tiene narices en una novela tan explícita. Lo digo en un sentido cercano a la sublimación “apolínea” de la que habla Camille Paglia... sobre esto podría hablar largo y tendido, pero ahora “he venido a hablar de [su] libro”, así que lo dejaremos para otro rato.
No les digo más... que no voy a contarles la novela. Tan sólo decirles que a mí me ha gustado, vaya que sí, aunque eso lo sabía casi a priori... habiendo leído durante un tiempo la bitácora de su autor ya sabía más o menos a qué atenerme. Que se la recomiendo a todo el que le guste la novela contemporánea. Una bonita pieza, más que interesante, hoy por hoy de culto (el “culto” de los amigos y conocidos, esto es), y que dependerá de los típicos condicionantes exógenos, más que de sus calidades intrínsecas, que las tiene, para poder ampliar su público. Y nosotros que lo veamos.
9 commentaires:
Gracias Perse por la reseña del libro. Apuntado queda, porque como le decía el tiempo no se estira...pero caerá...;)
¿Supersantiago novelista?. No conocía esa faceta suya. Le creía, tras conocer su blog, inmerso sólo en la filosofía "pura y dura". De todas maneras la novela tiene buenísima pinta, y me has abierto el apetito de leerla. El problema puede ser más bien encontrarla, porque los autores "noveles" (bueno, en realidad ignoro si nuestro Supersantiago lo es) suelen tener problemas de distribución.
Un saludo
Don Loco: lo cierto es que esta reseñita, como algunas de las entradas que he ido colgando por aquí, ya tienen unos meses... las he ido reciclando de un blog que tenía antes, con otro alias. En fin, si SantiEgo vende algún ejemplar gracias a este post, voy a tener que ir pensando en cobrarle comisión (aunque no creo que nos forremos ninguno de los dos)...
Koolau: hasta donde yo sé, el único modo de conseguir el libro es, además de a través del autor, vía el link que les pongo al principio del post, en el título de la obra. Y sobre la faceta de SuperSanti como novelista... pues no será que el muchacho no se dé autobombo, no. Calidad tiene de sobras, pero ya saben cómo es eso del procelouso monde editorial.
Pues tiene muy buena pinta el libro. Y he estado ojeando la web de la editorial, que no conocía en absoluto, y he visto varias cosas majas. Gracias por el descubrimiento, Perse ;)
Civ: a mandar. Por lo visto es una de esas páginas donde puedes autoeditarte con el método de "libros a demanda"... Lo cierto es que, por lo que una descubre en los blogs, hay gente con un nivelazo que no tienen modo de acceder a la publicación "estándar"... Supongo que es una opción para poderte dar el gusto de tener una obra tuya en papel (y dar el coñazo a amiguitos y familiares, claro).
si el tipo escribe igual q en su blog merecera la pena leer el libro!!!!
Sore el cambio de look, no se me gustaba más el anterior, no se no se
Cabeza: ya te digo. No es que escriba precisamente como en su bló; aquí es mucho más experimental y menos, qué diría yo... populista. Pero mola. Y sobre el cambio de look, esta plantilla no pega ni con cola y la otra era más chula, ya, pero me gusta cambiar la decoración de vez en cuando (aunque sólo sea por trastear con el código de la plantilla) y creo que resulta más descansada para la vista.
Mira la Di, que nos ha vuelto. Tengo que actualizar en enlace, entonces.
La novela, mientras no me digan lo contrario, se supone que sigue habiendo ejemplares y se puede pedir en una librería. Hará unos pocos meses la pidió otro conocido.
Y desde luego no escribo igual en el blog que cosas puramente literarias. Por cierto que en los últimos días incluso me ha aparecido un troll, no sé si estar contento o preocuparme.
SuperSanti: Reholas, ya ves que mutada, pero sigo por aquí. Y podrías hacer una entradita comentando las trolladas, como aquel que hiciste en cierta ocasión... lo que nos pudimos reír...
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