lundi 5 novembre 2007

Charles Burns en La Nueva Carne.

Agujero negro - Charles Burns
(…) La conciencia del Yo implica la conciencia del Otro, y esta conciencia confirma la propia existencia. Sin reconocimiento exterior no se es. El arte de Burns afirma que la certeza vital, esa conciencia del Yo, llega con la forma concreta de estímulos nerviosos no necesariamente racionalizados a priori. Brotes de placer y dolor que están y hacen ser a partir de la duda y su enfrentamiento. El proceso de crecer. El cuerpo se da por hecho y servirá para que los personajes sean confirmados por su propia materia, serán cuando sientan y mayormente lo harán a partir de la emergencia de revoluciones físicas generadas en el interior de sus cuerpos, muchas veces mediante intervenciones externas. Y cuanto más sientan más serán, tanto para ellos mismos como para los demás. Y para bien o para mal. De hecho, la Nueva Carne no es más que una metáfora formal del desarrollo vital, una sublimación física de la carrera que va por dentro (…)
LARDÍN, Rubén. “Charles Burns. Psychotronic New Flesh Pop“, in: La Nueva Carne, Madrid: Valdemar 2002, p. 269.

10 commentaires:

Bruce a dit…

Pero qué es esooo?
tiene cola!

Mondo Gitane a dit…

A este sí que le conozco, por fin. Cómo mola la suripanta esa, wow

La Perse a dit…

Bruce: ¿no has leído Black Hole? Los protas femeninos son la chica de la cola y la de la serpiente de mi avatar. Si eso no te anima a leerla...

Mondo: diga usté que sí. No sé cómo lo hizo, pero Burns escribió parte de mi biografía repartiéndola en papeles diferentes. Por eso no puedo contar nada del tebeo, supongo. Pero...

sublibrarian of the year a dit…

Este será un comentario a la forma bibliográfica conducido de un modo autobiográfico. Al menos el grueso del escrito.

El libro de marras está agotado, a todas luces inencontrable... pero yo tengo recursos.

Si le dijera lo que hice ayer para encontrarlo sin pasar por el ropavejerismo bibliotecario no se lo creería. Aún así lo cuento, al menos para que algo quede de la jornada de ayer. 13 librerías de Barceloca registré como un sabueso. ¡13! Y en vano.

Ingresé en la 14 aturdido y trestabillante, eché una ojeada multi-purpose pasando por encima de los epígrafes Teatro Gay, Narrativa Lésbica, Cómic Erótico y Teoría Queer... sin resultado. Le pregunté a la persona (guiri) del mostrador y me dijo: Mmmññssnop, mnnsññnomesuenarr. Por razones complejas que no vienen al caso no me molesté en visitar la sección del fondo. Abatido, me encaminé a la salida con paso lento y rozando con la mirada los lomos (esto se pone calentito) de los libros Queer y... ¡CHANN! vi el icono rojo en forma de gato. Paré en seco, giré mi cuello 90º -creck- y leí: La nueva carne. ¡Hosanna, albricias! LO ENCONTRÉ.

Usted me llamará desaforado... desaforado y loco. Y yo le diré: . Y acto seguido añadiré: y con mucho tiempo libre.

A lo que íbamos.

El ensayo del que usted extrae el fragmento comienza con un a bote pronto que no prometería nada bueno caso que no lo firmara quien lo firma. El temor se disipa ya en la segunda frase. Pero la lectura completa del texto, que está magníficamente escrito, deja un poso ambiguo. En pocas palabras, es interesante y plantea un análisis de la obra de Burns en profundidad que sin embargo resulta demasiado apegado a una interpretación racionalista de libro de bolsillo, un fundamento sobre el que se alza toda la explicación y del que no se despega hasta bien entrado el ensayo mediante una débil refutación "pero la Nueva Carne que promulga Burns no parte de cogitos cartesianos". Aunque se excuse en la metodología pop, el armazón queda inconsistente. Black Hole merecía algo más que discutir y derribar a un francés del XVI.

En fin. No se quejará de que no he dicho nada esta vez.

Mi mañana estará dedicada a la contemplación de mi tesssooro. ¿Leerlo? ¿Se cree usted que tantos años de bibliotecario no me han prevenido contra tales vicios?

La Perse a dit…

Sublibrarian: me gustaría pensar que no he tenido nada que ver con su espontánea decisión de buscar el Arca Perdida por los desiertos de Barnacity. En todo caso, a mí el libro no me parece precisamente una maravilla -muuuuy irregular, y mediocrillo para lo que daba el tema-, pero me interesaba el asunto del que trata; le pedí a un amiguete que me lo encargase por interné, y llegó sin novedad. El escrito sobre Burns me parece muy irregular; apunta algunas cosas interesantes, pero esa interpretación de Descartes de todo a cien a la que alude es de vergüenza ajena, y una meada fuera de tiesto de antología. Claro que hay "artículos" que me parecieron todavía peores... y alguno muy bueno, como el de Montserrat Hormigós. Valdemar tiene un catálogo la mar de interesante; sólo con haber editado a la Paglia... eso sí, a ver cuándo caraho sacan el segundo tomo de los cuentos de Lovecraft, que a este paso me terminaré comprando la edición de Alianza y acabose.

Bruce a dit…

No leo comic gafapasta pero me estás tentando..

sublibrarian of the year a dit…

Nada, nada que ver... sólo el detonante de mi envidia bibliófila... que es TEMIBLE, sobre todo para mí mismo.

¡14! No me doy crédito porque me arruinaría.

Por cierto que en Valdemar han sacado uno sobre el demonio en el cine, y tiene buena pinta. El II de Lovecraft lo anhelaremos hasta navidad.

Agujetas tengo.

La Perse a dit…

Bruce: ¿cómic gafapasta? ¡Pero si es de mutantes adolescentes, como los X-Men!

Sublibrarian: pues voy escribiendo la carta a los Reyes...

Estrellita Mutante a dit…

A mi no me desagradó tanto, pero si es cierto que ha editado ensayos mucho mejores, como el de la maldad y la infancia e el cine o el de filosofía de lo oculto.

La Perse a dit…

Estrellita: tampoco es que me desagradara, es simplemente que me parece irregular, unos artículos mejores que otros and all that jazz.

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