jeudi 22 novembre 2007

Las Vírgenes Suicidas. Piezas que se niegan a encajar.

Las vírgenes suicidas 1
Me pasa con algunas cosas que me cuesta tomar la distancia suficiente como para poder hablar de ellas. Aparte de cuestiones más personales, cierta música, algunas películas, algunos libros, también tebeos. Por pensar en algo que esas cosas, en principio heterogéneas, puedan tener en común, diría que es el impacto emocional que en algún momento puedan haberme producido. El problema, claro está, es que estamos ante un caso típico de círculo vicioso: lo mismo que me dificulta objetivarlas, arrancarlas de la herida, me impide asimismo entender cuál es la causa de que me ocurra esto. Valga lo dicho como excusatio non petita del texto que encontrarán a continuación.
Las vírgenes suicidas 2
Por si no saben de qué va la película: Michigan, Estados Unidos, mediados de la década de los setenta del pasado siglo. Uno de esos bonitos barrios residenciales norteamericanos, con sus casitas con jardín, sus amplias avenidas, su vida apacible. Y un matrimonio con cinco hijas. Todas las cuales se suicidan.
Las vírgenes suicidas 3
El debut en la dirección de Sofia Coppola no podía resultar, en mi opinión, más prometedor. Adaptando la novela de Jeffrey Eugenides, la hija de Francis Ford nos cuenta una historia intimista, un retrato casi documental de una de esas pequeñas tragedias urbanas formada por un millar de pequeñas heridas que terminan por desangrarse en algún punto. La crónica de las hermanas Lisbon, las vírgenes suicidas del título, no es más que la excusa para presentarnos una mirada personal, bajo su apariencia de distanciamiento, de objetividad, sobre algunos hechos con un alcance mucho más amplio de lo que lo aparentemente inusual de la anécdota pudiera dar a entender.


Las vírgenes suicidas 4
Lejos de tomar el camino fácil y presentarnos convenientemente concatenadas las causas que llevarían al trágico pero predecible final, Sofia prefiere mostrar los acontecimientos escudándose en la óptica de un grupito de chavales que contemplan a las hermanas Lisbon desde la distancia. Uno de ellos narra lo ocurrido desde un futuro en el que ninguno de ellos ha conseguido olvidar, ni comprender, lo ocurrido.


Las vírgenes suicidas 5
Los protagonistas son, pues, adolescentes y norteamericanos. Podemos hablar de teenage angst, o spleen, o angustia vital propia de esas edades. Y tratar de explicar cuáles son las causas de esa angustia. En el caso de las hermanas Lisbon, podríamos pensar que la causa de la amargura que las lleva finalmente a quitarse la vida es producida, principalmente, por la educación severamente restrictiva, ultraconservadora, que aplica especialmente su madre, con la connivencia en todo caso del padre. Claro está que eso no termina de convencer a los chicos. Ni eso, ni que fueran chicas, ni que no lograran, por algún motivo, comunicarse con ellas. Abiertamente, al menos. Porque algo que tiene la película es la cantidad de cosas que aparecen en pantalla y que dan que pensar en la comunicación humana. Les pongo algún ejemplo.
En una de mis escenas favoritas, uno de los chavales es invitado a cenar en casa de los Lisbon. En un momento dado, pide permiso para ir al servicio, y lo envían al que hay en la habitación de una de las hermanas.
Allí, podemos seguir al muchacho en su exploración, a través de pequeños objetos unidos para formar un universo que se abre ante él, misterioso pero fascinante. Esa posibilidad de poder investigar en el misterioso mundo de lo femenino termina, paradójicamente, cuando aparece una de las hermanas; atrapado como una gacela bajo los faros de un coche, no es capaz de moverse hasta que es sacado bruscamente de su ensimismamiento. Huye, como no podría ser de otro modo.
Luego está el modo en el que los chicos establecen contacto con las hermanas Lisbon en un momento en el que estas están a la fuerza recluidas en su casa. La clave es que no cruzan una palabra. ¿Deberían haberlo hecho? ¿Qué ocurre cuando al final lo hacen?
Y Trip Fontaine… es sincero, sin duda, cuando asegura lo especial de su relación con Lux… ya no tiene nada que ganar o perder. Luego, ¿por qué la abandonó?
Dificultades comunicativas… cosas que no ocurren como era de esperar… sociedad hermética y represora… edad difícil… nada. Nada de nada. No sirve. No hay más remedio: hay que intentar racionalizarlo. No puede dejarse pasar, aceptarse sin más; no cuando no se tienen las dosis suficientes de ese cinismo cotidiano que permite que las cosas funcionen y que la vida siga su curso. No cuando lo que ocurre extiende una mano invisible que agarra las vísceras y las aprieta. No podemos respirar. Pero es inútil; no importa cuál sea la respuesta, “nunca encontramos las piezas para hacerlas encajar”.

4 commentaires:

matame a dit…

la primer pelicula cuando valla de alquiler.
sobre D, trato de conseguir "kant filosofia crítica" y "el bersonismo" editados por catedra e imposibles en librerias (en digital tambien pero de todas maneras si los encuentro va a ser de esta forma.

saludos

La Perse a dit…

Matame: el de Kant lo compré hará cosa de un par de semanas, en una librería; no parece que estuviera agotado, pues.

matame a dit…

en buenos aires? q libreria?

La Perse a dit…

Me temo que no en Buenos Aires... en Palma de Mallorca, Mediterráneo. Aunque supongo que en la Argentina también se distribuyen las publicaciones de Cátedra, y si está en fondo se podrá encargar en cualquier librería. Suerte en la búsqueda.

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